Señor: Tú que llamaste a los Apóstoles para que fueran pescadores de hombres,
llama a la Familia Claretiana a nuevos miembros,
que sean sal de la tierra y luz del mundo,
y difundan en todas partes la caridad que apremiaba a tu servidor
Antonio María Claret.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
la piedra que desecharon los arquitectos, es ahora la piedra angular...
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